Frecuentemente, tal vez por ansiedad o porque tenemos poco tiempo, nos ponemos a resolver un problema antes de estar seguros de haber comprendido el enunciado. Lo más probable es que esta manera de enfrentar las situaciones no nos lleve a ninguna parte y, en lugar de ahorrar tiempo, terminemos justo donde habíamos comenzado. Por eso es muy importante dedicarle un buen rato a la lectura del enunciado, la comprensión de los datos o reglas de juego, a familiarizase con los distintos elementos que plantea la situación y a jugar con ellos un rato.
Antes de elegir un camino para resolver un problema, es prundente buscar varias maneras de atacarlo. Muchas veces, la primer idea que se nos ocurre no suele ser la más apropiada. En esta etapa no es importante si las estrategias son buenas o no, de eso nos ocuparemos más adelante. Simplemente se trata de generar un conjunto de estrategias del que luego iremos eligiendo cuáles pondremos en práctica. A lo largo del libro, vemos distintas ideas para encarar los problemas. Aquí les dejo algunas estrategias generales que pueden resultarte útiles:
- Busca similitudes con otros problemas: ¿Es el problema similar a alguno que ya hayas resuelto? ¿Qué cosas tiene en común y cuáles no?
- Juega y ensaya con casos más sencillos: De este modo tal vez sea más fácil encontrar una estrategia apropiada o encontrar alguna regularidad.
- Haz un esquema: En los problemas de geometría es muy importante contar con un esquema a escala, y si es grande mejor. También hay problemas de otras áreas en los que un esquema, cuadro o diagrama pueden ser muy útiles.
- Resuelve el problema de atrás hacia delante: Busca qué datos necesitarías para poder resolver el problema y trata de calcularlos.
Una vez que tengas una lista de estrategias para resolver el problema elige la que pienses que tiene mayores probabilidades de éxito e intenta desarrollarla. Si te encuentras bloqueado no desesperes, descansa un rato, entretiénete con algún juego o alguna otra actividad que te distienda. A veces es justo en esos momentos de ocio donde surgen las mejores ideas.
- Lleva adelante las estrategias que se te haya ocurrido: Desarrolla tus ideas con confianza y de manera ordenada.
- No abandones una estrategia fácilmente, pero tampoco te empecines en ella demasiado: No renuncies a una idea que te pareció buena en un principio, sobre todo no renuncies porque las operaciones o las expresiones sean un poco complicadas. Sin embargo, tampoco te aferres a una estrategia contra viento y marea. Evalúa constantemente el grado de avance a la solución y está preparado para cambiar de rumbo y elegir otra estrategia de tu lista.
- Si llegas a una solución, asegúrate de que sea correcta: No te engañes a ti mismo. Si llegas a una respuesta confirma que sea coherente con el enunciado. Es peor llegar a una respuesta incorrecta que no llegar a ninguna. Al menos, en este último caso, uno sabe que debe seguir intentándolo.
- Si tienes que comunicar el resultado a otras personas (por ejemplo en una evaluación) asegúrate de explicar todos los pasos realizados y el porqué de cada uno. Justificar un problema equivale a explicar la solución a una persona desconfiada. Imagínate qué preguntas le irías haciendo esa persona e inténtalas responder durante la explicación.
En caso de que hayas resuelto el problema:
- Revisa el camino recorrido hasta llegar a la solución: ¿La estrategia que empleaste fue la primera ensayada? ¿Qué es lo que te indicó que la estrategia empleada sería la correcta?
- Trata de comprender porqué la estrategia que escogiste sirve para este problema. ¿Puede ser útil para otros problemas? ¿En qué condiciones?
- ¿Hay un modo más simple para resolver el problema? El que uno haya resuelto bien un problema no significa que la solución encontrada sea la más sencilla, útil, o general.
En caso de que no hayas arribado a una solución:
- No te preocupes, a veces se aprende más de un problema que uno estuvo horas trabajándolo e intentando diferentes estrategias que de uno que resuelve correctamente en pocos minutos.
- ¿Cuáles fueron las dificultades? ¿Cuáles fueron los callejones sin salida que encontraste?
- ¿Te empecinaste en una única estrategia o intentaste varias pero sin éxito?
- ¿Qué aprendiste del problema? Trata de extraer qué cosas volverías a repetir y cuáles no.
- En caso de que hayas leido la solución o te la hayan contado, ¿comprendes la estrategia empleada? ¿Se te podría haber ocurrido? ¿Estaba en tu lista de estrategias y te rendiste antes de intentarla?
En cualquiera de los casos es importante que reflexiones sobre tu proceso de razonamiento. El conocerse a uno mismo, sus fortalezas y debilidades, puede ser muy útil en el futuro cuando uno quiera enfrentarse a otros problemas.
- Acepta el reto de resolver un problema.
- ¡Disfrútalo! Resolver problemas es una actividad muy gratificante.
- La experiencia en la resolución de problema es muy valiosa y sólo se adquiere resolviendo muchos problemas.
- Intenta reescribir el enunciado con tus propias palabras.
- Relee el enunciado cuantas veces consideres necesarios, sobre todo, durante la resolución si uno se encuentra trabado. Frecuentemente es porque hay un dato del enunciado que no estamos considerando.
- Habla contigo mismo y haste preguntas constantemente. Estas preguntas te guiarán hacia la solución.
- No abandones un problema porque no te salga. Resolver un problema toma tiempo. Hay algunos, incluso, que llevan siglos sin ser resueltos. Es por eso que la resolución de problemas requiere dedicación y paciencia. En todo caso, si te encuentras bloqueado aparta el problema a un lado y retómalo en otro momento. El subconciente hará su trabajo.
- La mayoría de los problemas tienen más de una solución correcta. A veces la primera solución que uno encuentra no es la más adecuada, elegante o que se aplica a otras situaciones.
- ¡Equivocarse no es malo! No dejes de resolver problemas por miedo a equivocarte. Recuerda que siempre tienes más chances de encontrar la solución si intentas hacer algo que si te rindes desde un principio.
- Escribe la solución con suficiente claridad para que otras personas la puedan comprender. Recuerda que hacer matemáticas también es comunicar.
Extraído de COMUNIDAD MATEMÁTICA
Hola Beatriz. Quisiera expresar mi opinión.
ResponderEliminarCreo que hay dos cosas muy importantes para resolver problemas. lo primero es la actitud, y en esto creo que los estudiantes están teniendo serios problemas, porque son negativos frente al tema.
los segundo es saber leer, muchos problemas son sencillos, pero nuestros estudiantes cada vez son menos lectores y esto los afecta enormemente en matemáticas. Gracias
FELICIDADES, UNA GUIA MUY ACERTADA
ResponderEliminarDESDE GUANAJUATO, MUNDO-MUNDANO