¿Qué es lo atractivo de la Matemática? Simple: forma parte de
nuestra vida cotidiana. Es un lenguaje que manejamos cuando cocinamos,
vamos de compras o escuchamos música ¿Y qué experimentan los chicos a la
hora de aprender? Muchos tienen miedo, otros carecen de paciencia o se
frustran. Estos son los puntos débiles de la enseñanza de una materia
que les cuesta a muchos en las escuelas argentinas. Y el problema
arranca en los profesores que, en muchos casos, no pueden transmitir que
la Matemática es una aventura, que por muchos lados se puede encontrar
la solución a un problema y que cada camino que un alumno emprenda es un
gran descubrimiento. Se ocupan de que el estudiante haga operaciones y
procedimientos, pero no que reflexionen ante un problema. No buscan que
razonen, que frente a un enunciado, se atreva “a cortar y pinchar”. Se
trata de una metodología de enseñanza que quedó un poco vieja. Los
profesores saben de pedagogía, pero les falta vuelo matemático. Esto, en
parte, explica por qué nuestro país se aleja cada vez más de los
primeros puestos en las Olimpíadas. Podíamos pensar que estar atrás en
el ranking se debe a un sistema educativo precario. Pero es desacertado:
no depende del colegio donde se haya estudiado. La idea es incentivar a
nivel nacional que la Matemática va mucho más allá de resolver un
problema. Pero incorporarlo es complejo y llevaría mucho tiempo, sobre
todo porque responde a un cambio cultural respecto a cómo trasmitir
conocimiento.
Por Juan Ignacio Fuxman Bass BRONCE EN EDICIÓN 1997 Y 1998
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