Los encantos de esta ciencia sublime, las matemáticas, sólo se le revelan a aquellos que tienen el valor de profundizar en ella. Carl Friedrich Gauss

miércoles, 18 de agosto de 2010

PARA PREOCUPARNOS Y OCUPARNOS

La matemática, un problema que cuesta resolver en la escuela

06/08/10
Dicen que los docentes no renovaron la manera de enseñarla. Es la materia con peores notas y la que más adeudan los estudiantes para terminar la secundaria. Según los expertos consultados por Clarín, los alumnos tienen dificultad para la abstracción.

El cuco que más intimida a chicas y chicos en la escuela –tanto en la primaria como en la secundaria–, es el mismo en todo el país y se llama matemática.
Es la materia en la que tienen peores resultados , porque muchos docentes –dicen los expertos– no han renovado la manera de enseñarla. Y también es la que adeudan y arrastran más alumnos.
“Sin duda hay una dificultad intrínseca , lo cual no quiere decir que uno esté condenado al fracaso. Es un lenguaje, cuya dificultad tiene que ver con el grado de abstracción, y eso la convierte en algo difícil de aprehender”, reflexiona Pablo Amster, profesor de matemática en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
En el último Operativo Nacional de Evaluación del Ministerio de Educación de la Nación (2007), el 74,9% de los alumnos de 3° grado mostraron un nivel entre medio y bajo en matemática. En 2° y 3° años ya llegaba al 89,7% de los chicos. “ Uno va construyendo el conocimiento de la matemática: cuando se pierde el hilo, es muy difícil volver” , observa Amster. Observa además otro tipo de traba, en “estudiantes que están perfectamente capacitados para entender el tema, pero hay algo desde lo emocional que los obnubila” . Esto explica en parte que matemática haya sido en 2009 la materia con más inscriptos (47.979, el 26,2%) en el Plan FinEs, dirigido a jóvenes que terminaron de cursar la secundaria y deben materias.
¿Qué es lo que más les cuesta? “Para estudiar matemática, el alumno tiene que desarrollar un trabajo intelectual, debe involucrase en una actividad de producción, y el punto de partida es la resolución de problemas –explica Liliana Broncina, especialista en matemática del Área de Evaluación del Ministerio–. Ante una situación nueva, en la que tiene que recurrir a sus conocimientos, muchas veces no puede relacionar con aquel concepto que necesita, o poner en marcha la estrategia que necesita para resolver la situación”.
Otro obstáculo es, precisamente, que “en la clase de matemática hay que trabajar por resolución de problemas ”, y muchos docentes se han formado en la materia con métodos ya perimidos, apunta Graciela Chemello, experta en matemática de la Dirección Nacional de Gestión Curricular.
“Los adolescentes son producto de un momento social, cultural y educativo, y de la escuela que tienen ; les cuesta mucho hacer cualquier tipo de abstracción. Tienen una agilidad y un conocimiento del mundo más mediado, pero por práctica, no por razonamiento”, señala Jorge Ferronato, director del CBC de la UBA, quien ve las consecuencias en los exámenes.
A ese diagnóstico suma “la desarticulación entre los profesores y los programas del secundario, y la matemática que se ve en el CBC”. Para acortar esa brecha se ofrece un curso de nivelación en escuelas de toda la provincia, en el que se anotan miles de jóvenes. Pero no alcanza para revertir otra carencia: las profesiones basadas en la matemática tienen un bajo número de egresados.
Pese a las necesidades del mercado laboral, en 2008 hubo sólo 3.321 graduados en las 12 carreras de ingeniería, 28 en estadística y apenas 8 en meteorología.
Amster propone agregar motivación, mostrar “cómo la matemática está conectada con todo. Uno aprende mecanismos y va adquiriendo herramientas, pero si no logro motivar una pregunta de un chico, no va a servirle de nada”.

“No puedo sola con los ejercicios”

“Me tienen que explicar los ejercicios varias veces y no siempre los puedo resolver sola”. Florencia Savone (14) cursa el 3° año del secundario en un colegio privado de La Plata y arrastra problemas con la matemática desde 2009. Entonces iba a una escuela estatal y con la materia previa cambió de colegio. “Para aprobar matemática de 2° voy a clases particulares varias veces por semana”, dijo. Según Florencia, los mayores inconvenientes llegaron con los problemas combinados y el sistema de ejes cartesianos. “Mis compañeros están más adelantados y se me complica recuperar los temas que ya vieron. Tuve que buscar apoyo para esquivar los aplazos”.

Franco Pernigotti tiene 12 años y cursa 7° grado de un colegio privado de la capital de Santiago del Estero. Confiesa que la matemática no le gusta y aclara que recién el año pasado tuvo problemas. “La profesora muchas veces no explica cuando alguien se lo pide. En cambio, mi maestra particular dice que ando bien con ella porque me concentro”. Franco confiesa que los temas no le gustan pero que no son difíciles. “Me cuestan porque los explican una sola vez. Son muy exigentes. Ahora estamos repasando operaciones combinadas y mucho no entiendo”.

Desarrollar capacidades


“En la clase de matemática hay que trabajar por resolución de problemas ; pero muchísimos docentes han tenido una formación matemática muy distinta de la que tienen que enseñar”, resume Graciela Chemello, experta en esa materia de la Dirección Nacional de Gestión Curricular del Ministerio de Educación. Hasta hace dos décadas, esa preparación se ha basado “en la trasmisión de conceptos, procedimientos y enunciados, pero no en para qué, ni en cuánto se usa. Los chicos requieren ser formados en desarrollar capacidades , que les permitan emplear la matemática en las situaciones en que la necesiten”.
En los profesorados de primaria hay abundante material didáctico actualizado, pero no así en los de enseñanza media, cuenta Chemello. “Faltan muchos profesores de matemática que enseñen con esta lógica. Lleva un tiempo, y somos un poco difíciles de convencer”, admite.
“Siempre se la utilizó para seleccionar –entre los burros y los inteligentes, entre los que pueden y los que no–, según el resultado estuviera bien o no. Pero detrás de todo error del alumno hay una lógica; lo importante es fundamentar, para que cambie de opinión, y por eso hay que debatir con él. Hay distintas maneras de ver una misma cosa, pero en el debate se puede llegar a una conclusión común”.


Fuente: Clarín

1 comentario:

  1. Hola Beatríz, mirá vos que cosa que el cuco sea la matemática, cuando a las docentes de prácticas del lenguaje también les toca un poco a la hora de asustar. En realidad son áreas indisociables, y la matemática está implícita en todo, más si de plantear problemáticas de la vida cotidiana se trata. Para mí que nos quedamos atascados en demasiada abstracción y no recurrimos a la parte concreta en primer término. Pero por otra parte, con lo que nos corren por detrás los inspectores para que logremos "número de chicos que saben x temas...", no somos culpables del todo, creo que le damos para adelante porque nos sentimos acosadas, y sacrificamos la diversión de enseñar con dibujitos y material palpable, y recurrimos enseguida al cálculo y al número tan antipático. En cada materia es igual...no te dejan enseñar como uno sabe que resulta mejor...te imponen la receta mágica y se olvidan de la disparidad intelectual, social y cultural...se olvidan del hambre y de la falta de recursos... qué se yo, que digan lo que quieran...creo que vos y yo somos de las que tenemos la conciencia tranquila. Que dejamos todo, que probamos todo...de afuera es tan fácil ver y opinar...Me encanta tu labor aquí.

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